Ya se cumplieron 4 meses desde que Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto publicamos el libro “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”.
Desde entonces, contabilizamos más de 15.000 descargas directas y entregamos en mano más de 3.000 ejemplares en el Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná. El libro está colgado en más de cien páginas Web y por lo tanto es imposible saber el número real de descargas. Más otros tantos libros que se venden en las librerías de la avenida Corrientes (Si! el aborto seguro llegó a la avenida Corrientes).
El libro está circulando libremente, virtual o materialmente, por todo el país. Y la mayoría de las mujeres que nos llaman a la línea Aborto: más información, menos riesgos (011 15 66 64 70 70), bajaron el libro de Internet o alguien les pasó la versión impresa.
La opinión y la crítica de las mujeres que leyeron el libro y llamaron a la línea es categórica y nos pone felices: la mayoría encontró toda la información que buscaban y todas sus preguntas encontraron una respuesta precisa en la sección de preguntas frecuentes.
Pero el libro genera otro tipo de comentarios y criticas de varones y mujeres que sin haberlo leído (reconocido por ellxs mismos) igual lo critican. Y como no leyeron el libro las criticas apuntan, obviamente, a la tapa y contratapa.
En conversaciones directas y en blogs académicos, políticos y de todo tipo, muchas personas dicen que no lo leyeron pero….
Las criticas se pueden agrupar en 4 grandes categorías:
La primer categoría de críticas sostenidas en general por personas de izquierda muy politizadas argumentan que el libro refleja y promueve una estrategia muy “despolitizada”. Dicen que no vemos las causas estructurales del aborto. Este argumento es doble y se apoya en una doble fantasía. En primer lugar el problema del aborto inseguro sería un fenómeno exclusivamente clasista. Se trata de una discusión ya saldada después de 30 años de teoría y práctica feminista. El aborto inseguro es la consecuencia directa del cruce entre diferente tipos de opresión: la clase, pero también la raza, el género, la edad, la nacionalidad y la sexualidad. Resolver la desigualdad de clase no implica terminar con el racismo, la misoginia, la homofobia, la lesbofobia y la xenofobia. Se trata de una fantasía redistributiva de la izquierda que tiende a reforzar y perpetuar la misoginia y la lesbofobia, entre otras fobias sociales. Por eso el manual construye un mensaje textual y visual lo más diverso e incluyente posible y tiene como objetivo político que cualquier mujer pueda autogestionarse un aborto seguro desafiando la violencia estructural de las instituciones médicas, policiales, y judiciales. En segundo lugar las criticas sugieren que el uso aislado del misoprostol no es una estrategia efectiva, que primero es necesario garantizar la educación sexual y la anticoncepción. Se trata de la fantasía “aborto cero”. Lo que promueve esta fantasía en la realidad es una política de educación y anticoncepción para No abortar. Pero el aborto cero no existe. Porque la educación sexual no hace una crítica a los privilegios de la masculinidad ni a la heterosexualidad obligatoria, y la anticoncepción falla, y falla mucho.
La segunda categoría de críticas cuestiona el nombre del grupo: ¿Por qué lesbianas nos preguntan? ¿¡Qué tiene que ver las lesbianas con el aborto se preguntan!? Parece un comentario hecho por Micky Vainilla. Pero no, lo hacen desde la izquierda. Es uno de esos comentarios que tienden a naturalizar la lesbofobia, despolitizando la experiencia eminentemente política que implica ser lesbiana en una sociedad donde la heterosexualidad está sobrevaluada y la misoginia naturalizada. La pregunta supone que las lesbianas por ser mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres deben ser invisibles y pasivas y que por lo tanto no son aptas para participar en ningún tipo de militancia social, menos política, y mucho menos a favor del aborto seguro. LESBOFOBIA por donde se lo mire. Respuesta final: el lesbianismo es una categoría política que implica la organización política para enfrentar y resistir el régimen de la heterosexualidad. Y la prohibición del aborto es un engranaje clave de ese régimen.
La tercera categoría de críticas no soportan que la tapa del libro desmedicalice el aborto. Este tipo de críticas se resumen en un comentario que nos hizo una mujer en el encuentro de Paraná cuando dijo: “el título del libro debería ser todo lo querés saber sobre cómo hacer una consulta médica”. Este tipo de críticas suponen varias cuestiones. En primer lugar que la medicalización total de la salud sexual y reproductiva de la mujeres es siempre algo positivo y beneficioso para las mujeres. En segundo lugar idealiza la práctica médica en general y a la ginecología en particular, en contraste con los servicios públicos (y privados) de salud que exaltan la maternidad y buchonean a las mujeres desobedientes. Y en tercer lugar supone que las mujeres son incapaces de autogestionarse un aborto de manera segura. Esto es lo que defiende la Organización Mundial de la Salud y nosotras decimos en el libro: en los países donde el aborto está prohibido, no es necesario que la información sobre el uso del misoprostol sea transmitida por médicos, porque la información médica sobre el uso correcto del misoprostol es pública y es lo suficientemente clara y entendible, y el uso del misoprostol lo suficientemente sencillo y manejable por las propias mujeres, como para que cualquier persona que no sea médica pueda difundir la información y de esa manera prevenir los abortos inseguros. Además lo dejamos en claro en la introducción del libro: no somos médicas y la estrategia de transmitir la información entre pares tienen como objetivo evitar los canales institucionales de información que refuerzan los prejuicios y los estereotipos contra las mujeres.
Y por último….el humor….. y la falta de seriedad. Nos critican la tapa y la contratapa, los colores, las pastillas sonrientes, a barbie…. El argumento es que el aborto es un tema serio y lo estamos frivolizando. Nosotras decimos que es un tema estigmatizante y que para atravesar un discurso estigmatizante hay que invertir el sentido, resignificando los códigos estéticos, políticos y narrativos del aborto: con ironía, parodia, humor, 12 pastillas sonrientes, ni 8 pastillas ni mucho menos 4, son 12 pastillas sonrientes las que garantizan un aborto seguro y completo en casa. Y los colores son los colores del orgullo, porque estamos en contra de la narrativa del aborto como un drama, porque sostenemos y promovemos el orgullo de abortar de manera segura y autónoma, desafiando la maternidad obligatoria y la violencia misógina. Así, abortar se vuelve un acto de resistencia, de pura acción política, llevado a cabo por sujetas políticas.
Y en cuanto a Barbie…¿!qué otra cosa hubieramos podido hacer!?….¿¡quién sino barbie?!; ¿Hay algún icono femenino más universal? ¿más estereotipado? ¿más ideologizado? Un maniquí sexy que también aborta . ¡¡¡¡¡¡Y aborta barbaro!!!!
*Si buscás información sobre aborto con misoprostol podés llamar al 011-15 666 4 7070 o mandar un sms que te devolvemos el llamado.
** Si querés bajar gratuitamente el libro podés hacerlo desde acá.