Siempre
que la industria farmacéutica investiga, produce y comercializa una nueva píldora para afectar la
sexualidad de las mujeres cis-sexuales a
nivel molecular y modificar químicamente su cuerpo hay que sospechar.
Por
ejemplo, para entender y dimensionar el
grado de misoginia de la industria
farmacéutica hetero-cis-patriarcal podemos comparar la
historia política de cada píldora producida para las mujeres y varones
cis-sexuales.
Comparemos,
por ejemplo, los tres pares de píldoras más famosas de los últimos 50 años: 1)
la píldora anticonceptiva femenina vs. la no la píldora anticonceptiva
masculina, 2) el viagra vs. el misoprostol, 3) el viagra masculino vs. el falso
viagra femenino.
1) La píldora anticonceptiva femenina vs. la no la
píldora anticonceptiva
Los
contraceptivos hormonales femeninos se inventaron en 1960. Desde 1960 las
mujeres, especialmente blancas y de clase media, no han dejado de tomar la
“píldora” para regular su fertilidad. Pero todavía hoy no existen
anticonceptivos hormonales para varones; ¿cuál es el verdadero
obstáculo científico para que la anticoncepción hormonal masculina todavía no
se haya inventado?; ¿ será la testosterona biológicamente más esquiva que la
progesterona y los estrógenos?; ¿será la ovulación mensual más fácil de
regular que la producción diaria de espermatozoides?. No, para nada, en
cambio el control exclusivo de los varones sobre el conocimiento, los
procesos de investigación científica y los mercados es
la principal causa para explicar el retraso de 50 años en la
producción y comercialización de la anticoncepción hormonal para
varones.
Consecuentemente,
hace medio siglo que son las mujeres las que tienen
que usar la píldora: ir a buscarlas, pagarlas,
y acordarse de tomarlas todos los días de cada mes. Hace 50 años
que las mujeres son las únicas responsables de la anticoncepción
hormonal. Las empresas farmacéuticas de punta ya están experimentando y
pronostican que en muy poco tiempo la píldora masculina va a salir al mercado. Eso
dicen desde hace mucho tiempo.
2) El viagra vs. el misoprostol
Algunas
semejanzas y diferencias entre el viagra para los varones y el misoprostol para
las mujeres. Y nada es casualidad, todo el político.
Semejanzas: Las mujeres que
usan misoprostol para hacerse un aborto seguro en todo el mundo y los medicxs
uruguayos que bajaron la mortalidad por aborto inseguro a cero lo describen
como un medicamento “milagroso”. El laborario Pfizer que patentó el viagra y ya ganó 2.000
milllones de dólares lo define también como un negocio “milagroso”.
Diferencias: el Viagra fue
descubierto por casualidad cuando Pfizer buscaba desarollar un medicamento para
controlar la angina de pecho. Cuando se dieron cuenta que el viagra no era
mejor que otros medicamentos similares quisieron retirarlo del mercado pero los
pacientes se negaron a dejarlo porque habían vuelto a tener una erección
después de muchos años de no tenerla. Hoy sólo en USA se hacen 10.000 recetas de viagra al día.
El
misoprostol fue descubierto por las mujeres de América latina porque era un
medicamento aprobado como protector gástrico pero contraindicado para las
embarazadas porque producía abortos. Con el tiempo la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró un
medicamento esencial para la salud de las mujeres en todo el mundo por su
efectividad y seguridad. Pero en varios
países como Brasil está prohibido vender en las farmacias, y en otros
paises muchos médicos, funcionarios públicos, políticos y periodistas siguen
insistiendo en que sólo está aprobado como protector gástrico.
Ültima diferencia: si sos varón y
vas a comprar viagra a una farmacia sin receta lo más probable es que te lo
vendan en el primer intento. Pero si sos mujer y vas a comprar misoprostol sin
receta lo más probable es que te miren con cara de orto, no te lo vendan, y
tengas que recorrer 10 o 20 farmacias hasta conseguirlo.
EL viagra masculino vs. el falso viagra femenino
Brevemente,
el viagra masculino trata un problema físico, la disfunción eréctil (querer y no poder), o sea que no induce el deseo
sexual masculino, sino que mejora el flujo sanguineo hacia el pene, produciendo una
erección. Se toma una sola dosis por relación sexual, cada vez que el varón desea tener una erección.
El falso
viagra femenino, que es una droga que se llama Flibanserin
y se comercializa como Addyi, en cambio trabaja
sobre el sistema nervioso central para inducir el deseo que se produce en el cerebro de las mujeres
(poder y no querer). Y , en cambio, se toma cada noche
y sus efectos comienzan a sentirse a las
cuatro semanas, llegando al máximo de efectividad a las 8
semanas.
Entonces, cuando los varones quieren tener una
erección pero no pueden, por la razón
que sea, el viagra bombea sangre al pene y lo erecta. Pero cuando las mujeres pueden
pero no tienen deseo sexual, por todas las razones posibles, el Addyi modifica el balance químico del cerebro,
incrementando el deseo sexual.
Conclusión: cuando se quiere incrementar el deseo sexual femenino, modificar el
cerebro de las mujeres es mucho más
fácil y efectivo que intentar modificar el régimen hetero-patriarcal.