domingo, 14 de septiembre de 2008

Cuatro tipos de violencia típicamente masculinas sobre el cuerpo de una nena de 12 años

El primer varón (el padrastro) se la violó. El segundo (el médico) se negó a realizarle un aborto no punible. El tercero (el juez Ferrer) judicializó lo que por ley no es judicializable. El cuarto (el Ministro de Salud de Mendoza Sergio Saracco) ) no hizo nada para evitar esto último.
En resumen: violencia sexual primero, seguida por mala praxis sobre el cuerpo de la mujer para imponerle la maternidad forzada (a los 12 años), después revictimización de la víctima, para terminar con una dosis casi invisible de violencia institucional a través de un protocolo de atención de abortos no punibles y otro de registro único de objetores de conciencia encerrados en un cajón.
Qué motiva a estos varones a hacer lo que hacen, a decidir lo que deciden sobre el cuerpo de las mujeres, en este caso particular el cuerpo violado de una nena de 12 años. Como varón tengo algunas intuiciones para responder a estas preguntas.
Sobre los motivos del violador, Rita Segato nos enseña a los varones que la “masculinidad” representa aquí una identidad dependiente de un estatus que engloba, sintetiza y confunde poder sexual, poder social y poder de muerte. Así, en contraste con el modelo psicopatológico, la perspectiva feminista sostiene que la violencia sexual tiene un origen sociocultural: los hombres aprenden a violar. Desde este punto de vista, la violencia sexual es una extensión de la conducta normativa masculina, el resultado de la adaptación a los valores y prerrogativas que definen el rol masculino en nuestras sociedad patriarcales y misóginas.
Sobre el médico que requirió la intervención de un juez frente a un aborto no punible, Foucault ubica a los médicos en el eje central de las prácticas del bio-poder. Técnicas de poder y control sobre la población en general y sobre las mujeres (embarazadas) en particular. Los médicos son concientes de este poder, lo practican y lo gozan. Así como gozan el maltrato sistemático sobre las mujeres cuando asisten a los hospitales públicos para abortar legalmente o por complicaciones post-aborto. Aunque desde chicos no enseñan que los médicos, al igual que otros expertos, son sabios y buenos, los médicos son, esencialmente, varones con poder sobre el cuerpo de otras personas. En este caso, varones con bio-poder ubicados estratégicamente en los hospitales públicos por obispos u otros altos funcionarios eclesiásticos: redes de patronazgo medico-eclesiásticas en contra del aborto en general y del aborto no punible en particular.
Sobre el juez Ferrer que respondió a la solicitud de los médicos y ordenó meter a la nena violada en una Cámara Gesell para realizarle pericias psicológicas, lo que hizo no fue otra cosa que negarle su derecho a la salud y traumatizarla más. Y de paso violó también la constitución porque el Poder Judicial no puede agregar requerimientos que no están en la ley.
Sobre el Ministro Saracco, y todos los otros funcionarios públicos varones que operan a favor de la Iglesia frente al aborto legal, lo que hacen es negar que con cada una de sus pequeñas decisiones burocráticas (o falta de decisiones) matan a miles de mujeres lenta, invisible pero consistentemente. Así, y solo así se puede explicar que en Argentina la primer causa de muerte materna sea el aborto. De cada 100 muertes maternas, 29 son causadas por abortos. Detrás de este asesinato masivo de mujeres hay una cadena de decisiones (o inacciones) tomadas por varones desde cargos públicos centrales: ministros, jueces y directores de hospitales públicos, entre otros.
El hecho de que estas decisiones burocráticas no generen el mismo rechazo social que genera la violencia sexual, como violencia interpersonal, no debería confundirnos. Los varones, nosotros, en un extremo u otro de la cadena de acciones violentas, desde la violencia más física e interpersonal hasta la más abstracta e institucional, no dejamos de ser varones violentos, ejerciendo nuestros privilegios con impunidad sobre el cuerpo de miles de mujeres.

Para conocer en profundidad este caso y su desarrollo te recomiendo entrar al sitio de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito: http://www.abortolegal.com.ar

5 comentarios:

diana fainstein dijo...

muy interesante el blog y la posición deconstructiva. los incluí en mi blog: http://kandaterritoriodeconvergencias.blogspot.com
llegué por el artículo Mis polainas rojas. maravilloso.
un abrazo, diana.

M. dijo...

Muchas gracias Diana! Me alegra mucho que te haya gustado ese post, es entre jocoso y dramático (una especie de Melinda/Melinda versión polainas). Cada vez que pienso en eso me pregunto, con qué poco un día cualquiera se convierte en un día digno de comentar.

Ahora me meto a chusmear tu blog.

Besos.

Ver-Ninman dijo...

El blog, va. Felicidades, saludes y abraces.

M.

Unknown dijo...

Interesante informacion muy util ya que nosostros pensamos que la violencia es solo los golpes pero no hay muchos tipos de violencia como estos mencionados en el texto, y hasta la violencia verbal, yo sufri esta violencia cuando fui a comprar Cheap Xenical la cajera me insulto porque le hice una pregunta.

Anónimo dijo...

Un tipo de violencia asi no debe ser permitido, ese clase de abuso sexual que tuvo esa niña es impactante... se debe castigar con muerte a una persona asi que abusa de una niña asi...

Saludos y Abrazos
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