viernes, 3 de octubre de 2008

¿QUE DICE EL PIN?

A mi vuelta del XXIII encuentro nacional de la mujer en Neuquén me traje, además de una serie de intensas experiencias que serán contadas en detalle en otro momento, una serie de pins feministas que se caracterizan por su simpleza y claridad en el mensaje: el clásico y contundente "Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir" y el muy explícito y directo "Cuando una mujer dice NO es NO", entre otros.
En rigor el significado de la palabra "pin" es "número de identificación personal", así la sigla en castellano es "NIP" pero en inglés es "PIN". Pero también significa alfiler. Si combinamos los dos significados tenemos un alfiler con un número, una frase o un símbolo que nos sirve como identificación personal.
Yo uso en general pins para que las otras personas sepan rápidamente que estoy a favor del aborto, que no tolero comentarios racistas ni sexistas, que no soy prostituyente, etc. En poco tiempo lo primero que descubrí es que a mis 40 años no queda bien usar pins, asi que ni bien entro a cualquier lugar, reunión u oficina, en general me aplican una rigurosa política de censura anti-pin. Pero así y todo, la efectividad comunicacional de los pins resulta en general infalible, las letritas de colores llaman la atención y todxs quieren leer lo que uno lleva impreso sobre el cuerpo.
Así estrené el pin que aparece en la foto en una evento sobre el derecho de acceso a la información pública y la importancia de regular la forma de contratar y asignar la pauta oficial de publicidad de gobierno. La primera en aplicarme la censura anti-pin y luego hacerme el primer comentario fue una joven abogada activista por los derechos civiles. Me miró, se me acercó hasta poder focalizar mejor la leyenda del pin y la balbuceó para adentro. Subió la cabeza y con una sonrisita me dijo: "No siempre...". La miré y le dije: "Si, siempre". Nos miramos por un segundo en silencio, pensando cada uno en el segundo argumento que estaba por venir pero justo en ese momento empezó el evento y ahí terminó la conversación.
Al final del evento se me acercó una senadora defensora de los derechos de la mujer, entre otras cosas, y junto a un empresario de medios se acercaron simultáneamente al pin, levantaron las cabeza y casi al unísono me dijeron -no lo entiendo-.
Yo lxs miré asombrado y les pregunté -qué no entienden- Y ella me repitió la frase del pin como si fuera yo el que tenía el problema de comprensión del mensaje. Me acerqué un poco más a lxs dos y les dije lentamente, como separando por sílabas: "vio-len-cia; vio-la-ción; a-bor-to; a-co-so..". -- ---Ahhhhhhhhhhh-, me respondieron más aliviados, -ahora sí, está bueno...-
Frustado por las respuestas recibidas por diversxs profesionales autodefinidos como progresistas y con sensibilidad de género me volví a mi casa mientras me convencía a mi mismo de que iba a tener que conseguir pins más directos y mucho más explícitos; algo así como: "!No hagas eso, está muy mal violar a una mujer!", o "No mates a una mujer, no seas feminicida".
Pero el problema es mi pin?!?!
Obviamente continuará...


4 comentarios:

Baruyera Entremeses dijo...

ya me estoy haciendo fanática de este blog!.
Tu pin no es el problema, el problema es que a lxs expertxs en género les falta bastante teoria y práctica feminista.

"cuando una mujer dice no, eso no, que parte no entendes"?

M. dijo...

Claro, no basta colgarse un pin, pareciera que hay que colgarse un póster entero con 25 notas al pie para racistas/ sexistas/ lesbofóbicos/progresistas/abusadores sexuales/liberales/defensorxs de derechos humanos/políticxs y un interminable etcétera. Así no hay cuerpo que aguante.

Pareciera que el pin, al fin de cuentas, dentro de esta cultura inculta, es una mera herramienta de complicidad con algunxs pocxs (bien pocxs, parece) y no un mecanismo para desincentivar conductas o comunicar claramente al resto qué es lo que uno piensa, qué es lo que tolera y qué es lo que rechaza.

Siguiendo con el "no" como "no" (claro, ¿qué más podría significar?), recuerdo una vieja publicidad de cerveza, donde se explicaba a la gente (en realidad, a nosotros los varones) la diferencia entre los "no" y los "naaaaaaa" de las mujeres. O sea, gente, la diferencia entre ser violada o no serlo radica en un mero problema de entonación.

M.

Ser Desobedientes dijo...

Me gusta mucho tu texto!!!. (Como buena renegada-discapacitada virtual me allo en la necesidad de escribir con todas las letras, aun en internet). SOy de la plata y vengo trabajando género con unxs compañerxs desde hace un tiempo, desde diferentes lugares. Y el compañerxs es en un sentido bastante amplio que contiene a compañeros feministas.- Crei que eramos un bicho raro por militar nuestro feminismo con hombres,pero estamos orgullosxs y convencidxs de que no queremos repetir las divisiones de patriarcado para organizarnos, pero si contemplartlas para deconstruirlas; y caminando juntxs descubrimos la nocion de masculinidades... Sería muy bueno contactarnos!!!!!! y aprender juntxs , o entreaprendernos.

Chris dijo...

Contactemosnos!
¿Cuando?, ¿dónde?